Me gusta fumar en penumbra para que al mirar
deje de lado lo cotidiano del fuego y el humo;
vivir con en vez de junto a ellos.
No es más que una manera de ver las cosas...
una actitud insaciable y cansada,
relajada, animada, optimista, negativa,
llena de contradicciones,
de las que acompañan a hombres ficticios, como Sal Paradise,
o de aquellos viejos de mar sin rumbo que no paran de escribir,
una manera más entre otras a buscar.
La buscas porque no la eliges,
porque a veces nunca llega,
porque llega cuando no la buscas
(como ahora me ocurre),
porque no existe.
Porque estoy escribiendo sobre ella.
Porque me gustaría que existiera...
porque un mundo con gente cotidiana no es aventura.
Porque una vida sin penumbra no...